¿Te apetece un plato potente, pero sencillo de hacer? Prueba nuestra receta de albóndigas con patatas gratinadas al alioli y no te arrepentirás.
Este plato de albóndigas con patatas gratinadas al alioli es de los que más se hacen en casa. No tiene demasiadas elaboraciones y las que tiene son bastante sencillas. Le gusta a todo el mundo y te arregla esos días en que no sabes qué cocinar.
Lo de las albóndigas es uno de esos grandes misterios de la cocina tradicional. Nunca he visto un plato más sencillo cocinado de maneras más diferentes: hay quien las reboza con harina, con pan rallado, quien les añade leche, salsa de soja, pan de molde, quien las manda picar dos veces, quien utiliza dos o más tipos de carne, etc. Nosotros hemos optado en este caso por usar sólo carne de ternera y amalgamarla con huevo y pan rallado, ya que no nos gustan esas albóndigas tipo «babila», sin apenas consistencia, que parecen más regurgitadas que cocinadas.
Estamos convencidos de que esta receta os encantará.
INGREDIENTES (para cuatro personas)
- 1 kg de carne de vacuno molida.
- 3 huevos.
- Aceite.
- Sal.
- Pimienta.
- Un limón.
- 1 cabeza de ajos
- 2 cebollas
- Perejil.
- Orégano
- Patatas.
ELABORACIÓN DE LA RECETA DE ALBÓNDIGAS CON PATATAS GRATINADAS AL ALIOLI
- En una sartén con abundante aceite caliente freímos las cebollas troceadas, hasta que estén doradas.
- Con un colador y un bol, separamos la cebolla del aceite. Reservamos ambos ingredientes.
- En una picadora trituramos 8 dientes de ajo y unas ramas de perejil.
- Colocamos la carne en un bol grande que nos permita manipularla, y se le añade sal, pimienta, orégano, la cebolla frita, el ajo y el perejil picado y 1 huevo.
- Amasamos los ingredientes con las manos, y cuando estén integrados hacemos bolas del tamaño que deseemos.
- Rebozamos las albóndigas con pan rallado.
- Procedemos a hacer el alioli: En un vaso para brazo eléctrico echamos un pellizco de sal, dos huevos y cuatro dientes de ajo (en casa el alioli nos gusta potentillo. Si no son amigos de sabores fuertes, con un par de dientes de ajo tendrían suficiente. Le aplicamos el brazo eléctrico hasta que obtengamos una pasta homogénea.
- Le añadimos aceite de oliva en un chorro contínuo sin dejar de remover con el brazo eléctrico.
- Finalmente le añadimos el zumo de medio limón sin apagar el brazo, hasta que se integre.
- Reservamos el alioli en la nevera.
- Pelamos las patatas y las cortamos a rebanadas, tipo panadero, de un grosor de un par de centímetros.
- Las freímos, hasta que empiezan a alcanzar un tono dorado.
- Precalentamos el horno a 230 grados.
- En una bandeja que vaya al horno empapamos con aceite el fondo, y sobre el mismo colocamos las patatas. Es importante que no se solapen entre ellas. Echamos un poco de sal.
- Colocamos una cucharada sopera de alioli sobre cada lámina de patata.
- Colocamos la bandeja con las patatas en el horno, en la ranura superior, y las dejamos hasta que el alioli alcance un color tostado.
- Reutilizamos el aceite donde freímos las cebollas echándolo en una sartén. Añadimos más aceite hasta que alcance una altura de un dedo.
- Cuando el aceite esté caliente, freímos las albóndigas a fuego fuerte. A medida que se vayan dorando, les damos la vuelta. Cuando estén hechas las colocamos sobre una fuente con papel absorbente.
- Servimos las albóndigas con unas cuantas patatas gratinadas y si queremos un poco más de alioli.
CONSEJOS Y VARIANTES
- El alioli «auténtico» no lleva huevo, y el aceite se emulsionaba con el ajo a mano, en un mortero o almirez. Lo que hoy conocemos como alioli en el fondo es una mayonesa con ajo. Dicho esto, y sin ánimo de sonar a integrista: cada vez que usan aceite de girasol y/o vinagre (en lugar de limón) mueré de pena un payés.
- En lugar de fritas, podemos hacer unas patatas guisadas (o arrugadas, al estilo canario) partirlas por la mitad y gratinarlas con el alioli. Quedarán igual de sabrosas.
IMÁGENES PASO A PASO





